Yo soy Yuliana.
Yo soy Silvana.
Yo soy Sara.
Sarita, me dueles.
Me duelen tus tres años de vida
tu brazo roto
tu dedo amputado
tus piernas heridas.
Te arrebataron la niñez
te arrancaron tu futuro
te quitaron los sueños que no alcanzaste a tener.
No pudiste admirar la perseverancia de Mariana Pajón
o la determinación de Caterine Ibarguen
ni la fuerza de Yuri Alvear;
no pudiste querer ser como ellas
ni pudiste descubrir que podías crear la mejor versión de ti, Sarita.
Me dueles mientras veo las lágrimas de mi mamá,
y cómo con su voz le toca advertirle a mi sobrina de 9 años
sobre la maldad de los seres humanos.
Nos están matando y nos están enseñando a vivir con miedo.
Ya van 204 de nosotras fallecidas este año en Colombia
¿cuántas seremos con las que no han denunciado?
Sara, esto no es culpa tuya
sino de una sociedad
que se libra de culpas en vez de actuar.
Nos están matando
mientras muchos se tapan los ojos
o sólo miran para juzgar.
¿Cómo puede este país ser libre si ni las mujeres ni los niños podemos crecer en libertad?
Que se grite ni «ni una menos» y «ni una más» en cada rincón.
Mientras tanto, tú, Sarita, me dueles.
En Colombia hay actualmente una iniciativa para que la condena y el castigo a violadores y abusadores de niños sea mayor. Para más información del proyecto y para la descarga del formulario (su envío es gratis), puedes visitar el siguiente link:
El cambio viene con acciones.