Despedida

Si es ésta la última vez que te veo, déjame abrazarte fuerte, mientras me acerco a tu alma, y que mis labios te digan las gracias por los momentos recibidos en medio de estos tiempos tan complejos.

Yo, por mi parte, te llevaré conmigo, así estemos destinados a caminos distintos. Te llevo en mis memorias, y te sigo abrazando fuerte.

Dime, ¿eres feliz? Yo me hago la misma pregunta todos los días, y no me conformo con no hacer algo que llene mis mañanas y mis noches, con algo que me entusiasme el corazón, que me ponga nerviosa y que me haga dormir con una sonrisa. Llámalo rebeldía, pero ya no me conformo con no ser feliz. La vida es demasiado corta para no disfrutar de cada pedacito de tiempo que tenemos.

No, no te conformes.

Y si ésta no es la última vez que te veo, cuando nos encontremos ya no seremos los mismos, pero volveré a abrazarte con las mismas fuerzas, que ahora no son capaces de contener las lágrimas que salen de mis nublosos ojos.

De despedida, me llevo tus recuerdos y uno que otro beso.

Te deseo una vida maravillosa, te la mereces.

¿Y si ésta fuese la última vez?